Lo que puede ofrecer el liderazgo colectivo feminista a la filantropía en estos momentos

20 Diciembre 2022

Por: Sofía Marcía, Co-Dirección Ejecutiva de Programas y entrega de Apoyos
Lorena Medina, Co-Dirección Ejecutiva de Fortalecimiento Institucional y Finanzas Estratégicas
Terry de Vries, Co-Directora Ejecutiva de Movilización de Recursos y Comunicación Estratégica

No son tiempos fáciles para ejercer el liderazgo en el sector de la filantropía. Alrededor del mundo enfrentamos crisis globales interconectadas, los movimientos migratorios, el clima, y la democracia están en riesgo y enfrentan múltiples retos, esto profundiza las desigualdades sociales y económicas que se viven de manera histórica y demandan nuevas soluciones. El Fondo de Acción Urgente de América Latina y el Caribe tiene un liderazgo colectivo, las tres Co-Directoras Ejecutivas estamos convencidas de que el liderazgo colectivo feminista ofrece un camino para que las organizaciones continuén trabajando con la fuerza, la resilencia y la sabiduría que se necesita para hacerle frente a este momento tan complejo.

Etablecimos nuestro equipo de Co-Dirección Ejecutiva este año, pero el viaje de FAU-LAC hacia el liderazgo colectivo feminista comenzó mucho antes. En 2019, nuestra Tatiana Cordero Velázquez, que en ese momento era nuestra directora ejecutiva, creó el “Colectivo de Dirección”, un espacio donde integrantes del equipo que coordinaban áreas estratégicas de la organización la acompañaran en su toma de decisiones. Comenzamos así a practicar el liderazgo compartido, reconociendo que nuestro trabajo se enriquece a partir de perspectivas diversas.
Tener esta apuesta de liderazgo feminista entretejida en las fibras de FAU-LAC fue lo que nos ayudó a navegar el dolor y la conmoción que nos provocó el fallecimiento de Tatiana en 2021. Podríamos intervenir y avanzar, no solo manteniendo, sino aumentando nuestro trabajo para brindar recursos a las defensoras y activistas en toda la región en un momento crítico, todo mientras seguimos poniendo el cuidado al centro.

No tenemos una fórmula mágica para el liderazgo colectivo feminista, todo lo contrario, estamos experimentando y aprendiendo sobre la marcha. Mientras continuamos forjando nuestro camino, podemos compartir algunas lecciones iniciales para otros fondos que estén interesades en explorar este enfoque.

El liderazgo colectivo feminista reconoce una verdad fundamental: somos personas y ninguna de nosotras tiene todas las respuestas. Como Co-Directoras, reconocemos nuestras limitaciones y no buscamos la perfección. Los liderazgos individuales pueden tener lagunas en su visión. Con un enfoque colectivo, nos acompañamos unas a otras: hacemos preguntas difíciles, planteamos nuevas perspectivas y tomamos decisiones juntas. Estamos distribuidas en tres países donde trabaja el FAU-LAC: Colombia, Ecuador y Honduras, y aportamos diferentes historias y antecedentes a este trabajo. Tejemos juntas desde nuestras diversas perspectivas, lo que nos permite tener una red más fuerte.

Este enfoque requiere una disposición para la crítica amorosa y directa, lo que no siempre es fácil para las mujeres que hemos sido socializadas para complacer. Tenemos que estar dispuestas a compartir nuestras opiniones de manera clara entre nosotras, especialmente cuando no estamos de acuerdo. No es una cuestión personal, se trata de confiar en que juntas somos más fuertes, porque de esta manera, es como construimos la confianza que necesitamos para trabajar juntas de la mejor manera.

Centrar el cuidado está en el corazón del liderazgo colectivo feminista. El cuidado colectivo ha sido la raíz del trabajo de FAU-LAC durante mucho tiempo y es uno de los Principios Feministass de Filantropia del Consorcio de Fondos de Acción Urgente. Vemos el cuidado como un legado ancestral y colectivo del cual nos seguimos nutriendo y aprendiendo. Mientras dirigimos la organización, continuamos reflexionando: "¿Qué sentido tiene la revolución si no podemos bailar?”. Como Co-Directoras, colocar el cuidado al centro significa que podemos ser vulnerables en el trabajo; cuando nos sentimos abrumadas, se nos anima a hacer una pausa, respirar y ver cómo podemos hacer las cosas de manera diferente. También significa encontrar alegría y fuerza en medio de la lucha constante. Esto es esencial para nosotras, como un Fondo de respuesta rápida que acompaña a personas activistas y defensoras de primera línea, sin embargo se aplica a quienes funjen como donantes y están trabajando en la urgencia debido al mundo en el que vivimos, ya sea que tenga que ver con sus misiones o no.

El cuidado colectivo en nuestra cultura institucional significa un compromiso de coherencia entre nuestras prácticas externas de acompañamiento a activistas y defensoras, y nuestras prácticas internas de fomentar el bienestar individual y colectivo del equipo de trabajo. También significa que cada una de nosotras es responsable ante el colectivo. Es nuestra responsabilidad pedir ayuda cuando no sabemos qué hacer. Aquí es donde entra el liderazgo colectivo feminista: no estamos solas. Construir esta cultura organizacional de cuidado es clave para nuestra resiliencia y apuesta colectiva.

Un enfoque colectivo a veces significa reducir la velocidad. Quizás sorprendentemente, también nos permite acelerar. Es cierto que los procesos colectivos son más largos y eso puede ser incómodo. Pero además de producir mejores decisiones y centrar los cuidados, hemos aprendido que el liderazgo colectivo feminista también nos permite tener una mirada más integral y ser comprensivas. Al tener estas diferentes perspectivas, podemos ser más ágiles y responder más rápidamente ante una crisis. A finales del año pasado, cuando tuvimos un fuerte aumento en las solicitudes de Apoyos de Respuesta Rápida durante los ciclos electorales de varios países que intensificaron el discurso anti-derechos en toda la Región, tomamos la decisión de ajustar rápidamente nuestras prácticas para que varias personas del equipo pudieran apoyar a las compañeras del programa de Apoyos de Respuesta Rápida para tramitar las solicitudes, permitiéndonos apoyar a múltiples movimientos cuando nos necesitaban.

Es más sencillo, sin duda, seguir a una sola Directora. Pero hemos aprendido de los movimientos liderados por mujeres, personas trans y no binarias que acompañamos en América Latina y el Caribe: en estos tiempos de crisis, encontramos mayor fuerza y sustentabilidad en los modelos colectivos. Estos tiempos requieren nuevas formas de liderazgo, requieren que cambiemos las relaciones de poder desiguales y encontremos nuevas formas para seguir adelante de manera colectiva.

Puedes encontrar el artículo original aquí https://www.alliancemagazine.org/blog/what-feminist-collective-leadership-has-to-offer-philanthropy-in-these-times/?utm_campaign=meetedgar&utm_medium=social&utm_source=meetedgar.com


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