Por Geo González y Agustina Ramos/Agencia Presentes
El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional de Lucha contra el LGBTI-odio: su objetivo es llamar la atención sobre las violencias y la discriminación que viven las personas LGBTI+y disidentes de la heterocisnorma. Fue en 2004 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó esta fecha en conmemoración al día en que la homosexualidad dejó de ser considerada una patología: en 1990 se eliminó del manual de clasificación de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
América Latina se posiciona como uno de los territorios con mayores avances recientes. En los últimos cinco años, en Argentina, Chile y Uruguay se aprobaron leyes en favor de las personas trans y no binaries, como la ley de identidad de género, el cupo laboral travesti trans y el documento de identidad no binarie en Argentina, así como la ley integral trans en Uruguay, que busca una reparación histórica. El matrimonio igualitario es una realidad en todos los estados mexicanos y también en ese país se está legislando para prohibir las Ecosig (también mal llamadas “terapias de conversión”).
Pero las realidades son muy dispares, porque la región es la más desigual del mundo. En todos los países persisten índices elevados de violencia basada en el odio y prejuicios en contra de las personas de la diversidad sexual. Las personas trans siguen teniendo una esperanza de vida entre 35 y 40 años.
Presentes entrevistó a activistas de la región para conocer qué significa conmemorar esta fecha u saber cuáles son las urgencias y los pendientes.
Bianka Rodríguez, directora ejecutiva de ILGA-LAC (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe) y la organización salvadoreña COMCAVIS; Xoch Quintero y Leo Moran, integrantes de le colective Hola Amigue en México; Yren Rotela, fundadora de Casa Diversa en Paraguay; y Michel Riquelme, coordinadore ejecutive deOrganizando Trans Diversidades (OTD) Chile, contaron además qué estrategias activan para hacer frente a las violencias.
“La región latinoamericana se ha caracterizado históricamente por no tener la debida protección y cumplimiento a los derechos de las personas LGBTI+, lo cual se refleja en las situaciones más cotidianas. Esta fecha es una oportunidad para que los activismos posicionen un discurso de denuncia y cambio en prácticas históricas”, señala Bianka Rodríguez, activista trans y directora ejecutiva de ILGA-LAC y al frente de la organización salvadoreña COMCAVIS.
Rodríguez estuvo al frente de la organización, junto a otrxs activistas, de la IX Conferencia Regional de ILGA LAC, celebrada el pasado abril en La Paz, Bolivia. Allí, además de denunciar las violencias cotidianas en todos los países, se insistió en la necesidad de interseccionar las luchas y las capas identitarias. Esta es una de las estrategias de varios activismos: aunar esfuerzos con otros sectores - el sindical, el feminismo, los colectivos de migrantes, pueblos indígenas y campesinos- para hacer frente la avanzada neoconservadora y a los fundamentalismos religiosos.
A nivel mundial, 64 países mantienen políticas de criminalidad sobre la orientación sexual e identidad de género no normativas, de acuerdo a la base de datos de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA). Y si bien América Latina ha sido una de las regiones con más avances en derechos humanos para las personas LGBTI+ no significa que tengan garantizada una vida libre de violencias.
“Ninguna ley será suficiente mientras nos sigan asesinando”
Michel Riquelme, coordinadore de Organizando Trans Diversidades (OTD) Chile, coincide con Bianka Rodríguez al decir que esta fecha logra poner sobre la mesa las urgencias y pone énfasis en la importancia de que los activismos se mantengan organizados.
“El odio cobra las vidas de cientos de personas en la región año tras año y suele estar normalizado. Esta fecha nos recuerda que a pesar de los posibles avances en derechos, ninguna ley será suficiente mientras nos sigan asesinando y violentando por nuestras orientaciones sexuales, identidades de género, expresiones de género y características sexuales”, dice Riquelme.
De acuerdo a datos de ILGA, México, Bolivia, Ecuador y jurisdicciones de Argentina y Brasil son los países de la región que de manera explícita cuentan con protección constitucional contra la discriminación basada en orientación sexual. Sin embargo, la defensa jurídica contra la discriminación sigue siendo un pendiente en las Constituciones.
Respecto a los crímenes por prejuicio, los Estados aún tienen pendiente la investigación y sistematización de información con datos diferenciados para conocer la dimensión social de estos crímenes contra las personas LGBTI+.
Quienes se encargan de hacer ese trabajo son las organizaciones activistas y los datos no siempre están actualizados. Pero casi todos esos observatorios coinciden en que la mayoría de las víctimas en la región son mujeres trans y travestis que ejercen el trabajo sexual.
Sentido de la comunidad y redes de apoyo
Los activismos de la región también encuentran en esta fecha la oportunidad para continuar con estrategias para hacer frente a las violencias.
Les activistas Bianka Rodríguez, Xoch Quintero, Leo Moran, Yren Rotela y Michel Riquelme coinciden en que el trabajo debe ser colectivo y que la incidencia comunitaria y la creación de alianzas estratégicas y redes de apoyo son vitales para hacer frente a las violencias y lograr “el cumplimiento de derechos LGBTI”.
Por ejemplo, desde la Ciudad de México, Hola Amigue trabaja desde un sentido de comunidad y redes de apoyo sobre todo en fechas que atraviesan más a la población trans y no binarie como el Día de la Visibilidad trans el 31 de marzo y el Día de la Remenbranza trans, el 20 de noviembre.
Organizan eventos en línea y presenciales de escucha y encuentro entre pares donde brindan orientación e información. Generan alianzas con otras organizaciones que trabajan el acceso a derechos humanos; construyen espacios de esparcimiento con poesía en alianza con Juntrans, un espacio dedicado al arte, han realizado festivales.
Hola Amigue ha sido una de las organizaciones que ha impulsado la toma del espacio público con pintas gigantes encalles emblemáticas donde han sucedido violencias o afuera del registro civil para demandar que a las personas no binaries en México se les garantice el derecho a la identidad. También participan en marchas para acompañar las demandas de infancias trans “para incidir en la transformación de narrativas”, señala Xoch Quintero.
Como Hola Amigue, en OTD Chile también generan encuentros con personas trans cuyo objetivo es construir “espacios de sanación comunitaria donde las personas pueden encontrar el apoyo que no tienen en sus contextos cotidianos”, explica Michel Riquelme.
Un albergue para personas trans
En Paraguay, un grupo de seis personas autogestiona Casa Diversa,el primer albergue de tránsito para las personas de la diversidad sexual víctimas de violencia o en situación de calle del país. Fue creado hace seis años impulsado por la activista Yren Rotela. Dentro de la casa se encuentran actualmente alrededor de 20 personas que reciben comida, abrigo, contención, acompañamiento sobre salud mental, psicosocial y jurídico. También asisten a espacios de formación, de educación y artísticos.
“Nos aferramos al arte como herramienta también transformadora. Dentro del espacio hay cursos artísticos (canto, baile, danza, teatro) para paliar esa violencia que tanto tiempo hemos vivido”, cuenta Rotela. Sobre el espacio señala que su objetivo es “darle a la compañera un hogar, educación y que puedan ser emprendedoras porque ellas tienen capacidades, ellas pueden. Soñamos en tener una familia y eso representa Casa Diversa: un hogar que por mucho tiempo nos han negado”, agrega.
Protección a víctimas de violencia
Desde El Salvador, Bianka Rodríguez cuenta que otra estrategia frente a las violencias es “interpelar a los actores políticos que ponen en riesgo el avance de los derechos humanos”, sobre todo a aquellos que legislan con base en bulos, desinformación y creencias religiosas.
Desde Concavis, organización que lidera hace 15 años, se enfocan principalmente en la protección de víctimas de violencia y desplazamiento forzado, así como la promoción del empoderamiento comunitario.
Construcción de conocimiento para desarmar prejuicios
Entre las acciones que les activistas llevan adelante se encuentran "la elaboración de informes e investigaciones de carácter cualitativo y cuantitativo, que permiten recoger datos certeros de situaciones que ninguna otra entidad pública y/o privada recoge", explicó Rodríguez. Esta información aportó "a la construcción de propuestas de políticas públicas que transformen la realidad social y eliminen la discriminación a las orientaciones sexuales e identidades de género diversas", agregó.
En Comcavis también realizan acciones para "ampliar las acciones de incidencia". En este sentido firmaron acuerdos de colaboración con instancias públicas y privadas para la promoción de los derechos LGBTIQ+. Entre ellos una carta compromiso con la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador para promover el respeto y la no discriminación a las personas LGBTIQ+ . También acuerdos con el sector privado para “ la promoción de la reinserción laboral sin discriminación de personas trans y LGBTIQ+”. Además realizan un acompañamiento en el proceso de cambio de nombre de personas trans en El Salvador, al brindar asesoría jurídica y seguimiento a cada caso, enfrentando los retos institucionales y realizando litigio estratégico.
Le coordinadore de OTD Chile, Michel Riquelme, coincide con Bianka al decir que “la generación de investigaciones y conocimientos desde la propia población trans es fundamental para cambiar los paradigmas de la violencia que nos afecta”.
Riquelme agrega que las definiciones y la visión “exógena y patologizante sobre las personas trans sigue siendo la hegemónica. Eso es lo que tenemos que lograr cambiar gracias a la construcción de nuestras propias definiciones, experiencias y formas de nombrarnos”.
En 2017, OTD Chile realizó su primera investigación, la Encuesta T, se trata del primer sondeo masivo a población trans en Chile que ayudó a impulsar la aprobación de la ley de identidad de género. Hoy en día la organización trabaja junto a Fundación SOL en la primera encuesta enfocada a la calidad del empleo en población trans, travesti y no binarie en Chile con el fin de generar datos para la construcción de políticas públicas para disminuir la brecha labora de estas poblaciones.
Riquelme agrega la dimensión de cuidados hacia adentro de las organizaciones como parte de las estrategias. “Que les activistas tengan condiciones de trabajo dignas y formar nueves activistas, es algo crucial para que a futuro sigan existiendo personas dedicadas a hacer frente a las violencias contra nuestras poblaciones”.
Deudas y urgencias
Para Bianka Ramírez, uno de los pendientes fundamentales es reconocer y garantizar "los derechos de las personas trans y personas no binarias" y posicionar sus luchas. "La situación actual genera limitaciones en el cumplimiento de derechos, tales como el derecho al nombre y al género, de acuerdo a la identidad, generando ciclos de violencia estructural y sistémica", sostuvo.
Según datos de ILGA World (International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association) en la región el reconocimiento legal a la identidad de género se da en Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Ecuador. En México el trámite es posible pero varía la forma en los distintos estados. Bolivia y Chile también existe el reconocimiento pero con requisitos y en Panamá y Cuba también, pero las restricciones son de índole médica y/o quirúrgica. Mientras en Paraguay, Venezuela, Guyana y Surinam, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua no es posible hacer el cambio de género en los documentos de identidad.
El tratamiento y el cuidado hacia las personas trans y no binarias en los servicios de salud fue otro de las deudas que resaltó Quintero. Y también advirtió sobre "el aborto, el desabasto de medicamentos, tanto para afirmación de género pero también los psiquiátricos". Leo Morán, también integrante de Hola Amigue, añadió que las personas no binarias tienen "aún más complicaciones para acceder a los tratamientos de afirmación de género porque las clínicas públicas que hay nos ponen filtros súper binarios".
El combate a los discursos de odio, la implementación de la Educación Sexual Integral y el respeto a los derechos de las personas del colectivo travesti trans y no binarie, en especial de las infancias, fueron otros de las principales deudas que nombraron les activistas. Sobre esto último, Michel señaló que una "política prioritaria es la protección de menores trans en los colegios del país, frente al aumento de suicidios en este grupo".
Desde Chile, Riquelme también puso el foco en la necesidad de crear una institucionalidad de parte del Estado "para atender las problemáticas específicas de la población LGBTIQ+ y la ampliación de definición de temas de género". Además, reconoció que sin financiamiento no hay política posible: las normativas de avanzada en derechos deben tener presupuesto.
“Los derechos básicos que necesitan los seres humanos para vivir dignamente y desarrollarse como la educación, la salud, la justicia, el acceso económico, el trabajo, el reconocimiento de la identidad, la unión civil y la protección total de los derechos humanos", sintetizó, por su parte Rotela, sobre la agenda de urgencias para el colectivo en la región.